Tossa, las 365 curvas… ¡y mil más!

Seguro que todos hemos oído hablar de las 365 curvas, la ruta en moto que une Tossa i Sant Feliu de Guíxols, pero… ¿por qué dejarlo en 365 cuando podríamos tener muchas más? ¿Alguien se atreve a contarlas?

Ir a la playa está bien, tomar el sol, tar vez una cervecita, pero hay un momento en que se está mejor, y más aún si hablamos de la Costa Brava, y es en invierno. ¿Por qué? Porque es el momento ideal para disfrutar de sus carreteras. No hay gente, su situación hace que el Sol las mantenga secas y sus espectaculares vistas no están inundadas de bañistas. No perdamos la ocasión, entonces, y disfrutemos de la costa.

¡Empezamos!

El punto de encuentro que proponemos para esta ruta no es de los que más nos gustan (no hay un lugar donde tomar un café) pero tiene un fácil acceso incluso si vamos en sentido contario y está junto al inicio de la ruta. Se trata de la Repsol que hay en la C-35 en dirección Girona antes de llegar a Llagostera.

Desde allí deberemos coger la primera salida y dirigirnos a través de la GI-681 hacia Tossa de Mar. Esta carretera és la única carretera rápida de la ruta y por eso no se ha puesto en los atributos de ésta. Como es la primera carretera que haremos tendremos que ir con cuidado con la humedad que nos podríamos encontrar en algunos tramos.

Tossa de Mar

Una vez en Tossa de Mar podemos aprovechar para visitar el casco antiguo y la zona del castillo, francamente recomendables. Además, tal y como decíamos, ahora es la mejor época, ya que nos ahorramos todos los turistas que nos encontraríamos en verano.

Desde aquí podemos seguir la ruta en moto desde Tossa hacia Sant Feliu de Guíxols a través de las famosas 365 curvas. Atravesaremos una de las carreteras más famosas del país, muy revirada y con unas vistas espectaculares, así como algún mirador donde nos podremos para contemplar el paisaje o el paso de las otras motos.

Ya en Sant Feliu tendremos que adentrarnos y atravesar Santa Cristina d’Aro para seguir la GIV-6613, que nos llevará a través de Romanyà de la Selva hasta Calonge.

Desde Calonge ya nos dirigiremos directamente hacia La Bisbal d’Empordà siguiendo la GI-660, que continuará sumando curvas y más curvas a la cuenta de esta ruta.

Un alto en el camino.

En La Bisbal es prácticamente obligatorio hacer un desayunar al Hostal Nou. De hecho es tradición cuando termina la fiesta mayor ir a hacer un desayuno de cuchillo y tenedor, de manera que nosotros no podemos dejar pasar la ocasión.

Ya con el estómago lleno nos dirigimos al último tramo de esta ruta, a través de la carretera de la Santa Pellaia, que nos conducirá a Cassà de la Selva, añadiendo la última ración de curvas de esta ruta en moto que nos ha llevado por Tossa, Sant Feliu, Calonge y La Bisbal.

Variantes

Si venimos desde la Costa Brava siempre podemos empezar directament por Tossa, a la cual accederíamos desde Lloret o desde Sant Feliu de Guíxols. En este último caso proponemos que la ruta se haga en sentido inverso, es decir Sant Feliu, Tossa, Llagostera, Cassà, La Bisbal, de modo que aprovechamos el tiempo en que estamos haciendo las 365 curvas para que se haya podido secar la humedad que nos podríamos encontrar en el resto de carreteras de la ruta.

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