Prueba Suzuki Katana (2019)

Corría en el año 1981 cuando se lanzó la Suzuki Katana, que sorprendía y maravillaba al mundo, una moto con un diseño revolucionario y unas capacidades deportivas que se convirtieron en un referente de su época. Este 2019, casi 40 años después, Suzuki ha recuperado la Katana, partiendo de la base de la GSX S-1000. A continuación tenéis la prueba de la Suzuki Katana, que hemos podido hacer gracias al concesionario oficial Motos Carbó de Castelldefels.

Diseño

El diseño de esta nueva Katana es espectacular. Es posible que no guste a todos, pero es indiscutible que se trata de un diseño cuidado. Esta moto recupera las líneas afiladas y futuristas así como el faro rectangular, o el color gris plata y el iconico SUZUKI rotulado en rojo en el depósito.

Esta moto rebosa personalidad, tanto en el diseño como en el funcionamiento. Y esto es algo francamente difícil de ver, y que hará que sea el centro de atención de cualquier lugar donde la llevemos.

Pero aquí termina todo el aspecto retro de esta moto. Toda la iluminación es LED y hace gala de componentes de primera línea como los frenos Bembo, el chasis de doble viga de aluminio o el basculante del mismo material, de los que ya hace gala la GSX-S1000.

Ergonomía

Se ha adelantado y elevado ligeramente la posición del piloto respecto a lo que ocurría con la GSX-S 1000. La ergonomía sigue siendo muy acertada, combinando comodidad y deportividad. El manillar ancho, alto y abierto hace que podamos estar a los mandos de la moto de forma relajada. Ésta se siente estrecha entre las piernas, que a su vez están recogidas y nos permiten movernos con facilidad.

El asiento del pasajero es ancho y se sitúa ligeramente más elevado que el del piloto, cosa que hace que no se entorpezca la conducción.

Equipamiento

La instrumentación es muy similar a la que usa la GSX-R 1000. Ésta muestra fácilmente toda la información necesaria en un panel LCD, muy moderna, configurable en infinidad de aspectos y perfectamente legible.

A este modelo le da vida un motor de 999 cc, basado en el que ya equipaba la GSX-R 1000 del 2005 al 2008. Según muchos, el mejor que tuvo la saga.

¡En marcha!

Lo primero que nos ha maravillado en esta prueba de la Suzuki Katana es el sonido de su motor. Sencillamente impresionante. Tan sólo arrancar la moto ya vemos que vamos a disfrutar. Tanto en parado como en movimiento el sonido que nos acompañará nos hace sentir cómo estamos llevando la moto.

La Katana en ciudad

La Suzuki Katana es una moto muy ágil, cosa que hace que se desenvuelva con comodidad por ciudad. El radio de giro no es tan pequeño como en otras motos más urbanas, pero entra dentro de lo normal en las motos de su categoría. La respuesta del motor en bajos es buena y el Suzuki Start Assist nos ayuda en las salidas subiendo ligeramente de vueltas el motor para que nos sea más fácil y cómodo.

Comportamiento en carretera

La carretera es donde esta moto se siente más cómoda. Tanto el manillar Renthal, de configuración alta y ancha, como la posición adelantada del piloto hacen muy fácil atacar las curvas. Esta moto inspira confianza desde el primer momento. Con ella se devoran las curvas con una agilidad y aplomo envidiables. En tramos revirados es donde se desenvuelve mejor dada la conducción más Supermotard, aunque en curvas rápidas se siente firme.

El motor responde bien en cualquier régimen. Hay que decir que en bajas vueltas es un tanto brusco, aunque se ha refinado este aspecto respecto a la anterior generación de GSX-S 1000. La Katana te pide ser fino con el gas en las curvas más cerradas y lentas, y una vez acostumbrados a tener tacto no se le puede encontrar un pero. El motor va lleno y tiene respuesta siempre que se la pidamos, siempre manteniendo la sensación de control sobre los 150 CV que nos ofrece.

El cambio es suave y dispone de embrague anti rebote, cosa que junto con el control de tracción y una frenada notablemente mejor que en las GSX-S 1000 nos permite reducir y entrar en las curvas con plena confianza.

Unamos a esto el sonido del motor mientras reducimos al entrar y aceleramos al salir de las curvas, las sensaciones que nos transmite y la diversión que nos ofrece estás moto son completas.

De ruta con la Katana

Si pensamos en recorridos más largos, los podernos hacer con comodidad siempre que vayamos a velocidades razonables. La protección aerodinámica es, como en todas las naked actuales, sencillamente nula. Afortunadamente existen cúpulas que mejoran este aspecto, como la Cúpula Touring Plus de Puig o la que nos ofrece Suzuki como accesorio oficial.

Suzuki olvida una vez más añadir en este modelo el equipaje. Afortunadamente Shad nos ofrece una solución muy interesante que convierte esta moto en una rutera con una buena capacidad de carga.

El depósito, de tan solo 12 litros, es realmente el único punto débil que se le puede encontrar a esta moto en este aspecto

Conclusiones

En esta prueba, la Suzuki Katana se muestra con carácter, tanto por su aspecto como por su comportamiento. El diseño es simple y llanamente brillante. Tenemos una moto que consigue transmitirnos sensaciones y seguridad de una forma muy directa e intensa. Y es que una moto no se vive con la cabeza, y la Katana ataca directamente al corazón.

Imágenes de la Suzuki Katana

Más información

Podéis encontar más información sobre la Suzuki Katana, precio, colores y ficha técnica en el enlace a la página oficial de la Katana en la web de Suzuki.

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