Prueba Suzuki GSX-S 750 (2017)

La cilindrada de 750 era para muchos la fórmula perfecta, ya que era capaz de dar poténcia como las motos más grandes manteniendo la agilidad de las motos más pequeñas. Aunque actualmente casi todos los fabricantes trabajan con motores alrededor de los 900cc, Suzuki continua apostando por la GSX-S 750 de esta prueba, gracias al concessionario oficial Motos Carbó de Castelldefels.

Diseño

El diseño de la Suzuki GSX-S 750 de esta prueba es muy acertado, aunque tal vez un poco genérico. La imagen es musculosa (fácilmente se puede confundir con su hermana de 1000cc), moderna y agresiva, pero sin exageraciones que la hagan macarra.

Ergonomía

En lo relativo a la comodidad, las Suzuki suelen ser un ejemplo a seguir, y este caso no es una excepción. El piloto se situa muy cómodamente en esta moto. Una vez a los mandos seprende la cintura de esta Suzuki, mucho más esstrecha de lo que parece al ver la moto, y que la hace muy cómoda y promete diversión en las carreteras más reviradas. Esto también hace fácil llegar al suelo con ambos pies, aportando un punto más de seguridad en ciudad.

Equipamiento

Esta moto equip de serie toda la electrónica habitual: control de tracción regulable en 3 niveles, ABS, instrumentación LCD con toda la información muy accesible y fácil de leer.

¡En marcha!

Cuando ponemos en marcha la moto nos sorprende un sonido eléctrico que nos anincia la finura de funcionamiento que veremos en esta moto. Entramos la primera y… el cambio de marchas de la Suzuki GSX-S 750 de esta prueba es, y con diferencia, el más suave que he usado nunca. Una maravilla. Con esto ya tengo una sonrisa en la cara que me durará toda la prueba.

En ciudad

La moto es estrecha y dosifica muy bien los 110 cv que nos ofrece. Su maniobrabilidad y dimensiones la hacen muy válida para trayectos urbanos, si bien no es el entorno donde más la disfrutaremos.

En carretera

Llevar esta moto en una carretera de curvas es entrar al paraíso. El chasis es increíblemente ágil, y nos permite hacer unos cambios de dirección con rapidez y confianza. Añadimos el tacto del cambio al reducir o subir de marcha y es imposible no disfrutar con esta moto.

El motor responde bien desde bajar revoluciones, aunque donde se encuentra mejor es entre 5000 y 8000 vueltas. En una época como la actual donde la carrera por ser la moto más potente parece ser la tónica, la Suzuki GSX-S 750 nos demuestra que lo que hace que disfrutemos de una moto no es la caballería que pueda responder a nuestro puño, sino el aplomo, comodidad y agilidad que nos ofrece la moto.

La frenada es correcta, y trabaja bien con las suspensión delantera, cosa que nos permite atacar las curvas con fluidez y confianza.

De ruta

Esta moto es una naked, por tanto no tendremos ninguna protección aerodinámica a altas velocidades. Podemos encontrar cúlupas de Givi de color transparente o de color ahumado o las opcions que ofrece Puig con el carenabris naked new generation sport y el carenabris naked new generation touring.

La posición de condeucción es muy cómoda y permite hacer rutas sin problemas. Como suele pasar en Suzuki, el fabricante no ofrece alforjas, cosa que ninca entenderé. Givi ofrece las alforjas ST604, que personalmente encuentro muy acertadas. Shad por su parte ofrece las bolsas laterales como las E-48 con su soporte lateral o un topcase también con su adaptador, aunque no es una opción que no recomiendo. Tenemos, de hecho, un artículo pendiente al respecto.

Por lo que respecta a la bolsa sobredepósito, recomendamos el artículo que le dedicmos, donde explicamos varias opciones.

Con estos complementos tenemos la Suzuki GSX-S 750 lista para cualquier ruta que queramos hacer.

¿Y el pasajero?

El pasajero se situa muy cómodamente en la parte posterior de la moto. El asiento no es muy grande, pero tampoco es duro y está muy bien situado, de manera que la posición de las piernas es relajada y el asiento no provoca las molestias que podría parecer viendo la moto a simple vista.

Incluso con maletas laterales instaladas el pasajero estará confortable en la moto.

Conclusiones

En esta prueba la Suzuki GSX-S 750 ha demostrado ser una moto muy divertida. Cómoda, extremadamente ágil y con el mejor cambio de marchas que he probado (sí, sé que me repito, pero creedme que es una delícia).

Hablamos de una moto de precio contenido, atractiva y con unas prestaciones muy competitivas, y que incluso cuenta con una versión limitable para el carnet A2, cosa que la hace apta para todos. Definitivamente las 750 aún tienen su encanto.

Galeria d’imatges de la Suzuki GSX-S 750

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